Había hace muchos siglos dos reinos que "convivian" en la misma isla a pesar de tener políticas diferentes (Lado Limon y Lado Azul); casi siempre tenían discrepancias y guerras, pero los dos reyes una vez al mes, se reunían a intercambiar ideas y pensamientos con la ideología de que cada que hubiese una batalla, no tener que perder tantos soldados en la misma.
(Si, sin lógica pero bue...)
Un día, el rey del Lado Limón daba vueltas en el balcón de su castillo y observó hacia los terrenos del reino Azul; su rey estaba fuera del castillo, conviviendo con sus súbditos y de repente, entablaba discusiones fuertes con la plebe. Pero se le veía tranquilo, a su alrededor no había soldados ni nadie que lo protegiese de algun traidor que buscase su muerte.
Intrigado, adelantó la reunión con el otro rey. El día del encuentro, el Rey Limón tenía el cejo fruncido, mesándose la larga barba mientras su contraparte tenia las piernas repatingadas en la mesa, leyendo el periodico tranquilamente.
-Rey Azul- comenzó el Limón- mi reino siempre se ha distinguido por ser firme y ordenado. Todos saben que yo mando y todos deben obedecerme. Solo algunos allegados a mi, pueden expresar sus opiniones pero también han de tener cuidado, pues yo soy el Rey; es mas, mi reino es tan perfecto que nadie se expresa mas de lo debido y si desobedece, es inmediatamente acallado. Todos nos movemos a un solo pensamiento.
-Mas sin embargo...- dijo lentamente- temo por mi vida. Se que siempre entre aquellos que me ensalzan, algun dia se levantará uno que desee mi lugar y mi corona, ese que tratará de matarme, incluso entre mis mas cercanos amigos... no confío en nadie ni puedo dormir sin mi espada a un lado, ni siquiera puedo salir a las calles sin mi escolta... en cambio...- miró algo irritado a su compañero, que observaba el horizonte con una sonrisa que a él se le antojaba ridicula- veo tu reino y su absoluta anarquía y desorganización. Tus amigos no te tienen el respeto que debieran, tus subditos se alzan contra ti a cada momento, incluso hay quienes te dicen en la cara que te derrocarán y tomaran tu puesto... cuando das una orden, se te interroga esta y te piden razones, en la guerra, todos levantan la voz y te dicen como debieras moverte... y sin embargo, yo te veo que te mueves por los barrios mas pobres de tu reino absolutamente solo, puedes dormir a pierna suelta y dejas tus armas muy lejos de ti, incluso con tus puertas abiertas... como es esto posible?
El rey Azul comenzo a reir animadamente ante la ingenuidad de aquel rey y suspiró
-Primero te dire, que jamás envidiaría tu reino por mucho juramento de lealtad y cantidad de guerreros que tengas- empezó- me gusta mi reino. No tengo muchos guerreros que sigan mi pensamiento mas en cambio, tengo muchos seres humanos que son individuales y bastante capaces de pensar por si mismos. No me seguirán en la guerra todas mis ordenes pero se a ciencia cierta, que en lugar de pelear individualmente por ellos, son capaces de dar su vida por sus amigos. No necesito preocuparme de quien podría traicionarme, porque yo ya se de quien debo cuidarme y de quien no; incluso se el momento y la manera en que tratarán de quitarme de en medio, asi que puedo estar preparado desde mucho antes y se que mis amigos estarán ahi para defenderme. Yo siempre sabré lo que piensan porque no me ven como su rey solamente, si no como uno de ellos y como tal, me comparten sus molestias, sus temores y sus ideales.
-Es verdad yo no tengo un reino organizado, porque no soy el dueño del reino: yo y ellos somos parte de UN mismo reino y a pesar de que tenemos sentimientos y pensamientos encontrados, todos somos iguales. Por eso, mi querido rival, puedo dormir tan tranquilo. Yo y ellos somos iguales, no debo de temer. Y tu? Eres parte de tu reino o solamente eres el dueño de un reino?
*Golondrina*






