Sé muy bien que como "líder" del rol no debería de estar publicando una entrada en este blog. Pero lo hago como la persona que es parte de un foro, en el cual participa de un juego, como todos y cada uno de los que publican entradas, opinan o simplemente leen.
Hace uno días se suscitó un incidente desagradable en la Orden, el cual me dejó muy afectada. Sobretodo porque la persona involucrada es alguien a quien respeto y quiero mucho como amigo, compañero y confidente. Ya se han escrito muchas cosas al respecto en este mismo blog. Sinceramente no hay mucho que añadir más que aún me siento realmente triste, decepcionada y culpable.
Culpable porque sé que estuvo en mis manos el parar todo aquello, pero el sentimiento me pudo. Claro que la mayoría sólo vio lo expuesto en los tópicos abiertos y se ha opinado respecto a ellos. Como Nahuel mismo expresó, yo estuve al tanto de varios asuntos que pasaron antes, durante y después entre él y las personas a las cuales se dirigió. Y es por eso mismo que me encontré en una situación compleja.
¿Por qué?
Porque las personas son complejas. Porque nadie es dueño de una verdad absoluta. Y sobretodo porque ninguno de ellos sabía TODO lo que debía saber para afirmar o hacer ciertas acusaciones. Ah no, pero lo más importante fue lo que Paula mencionó en una entrada anterior: NADIE entendio a nadie, ni se puso en el lugar del otro. Porque todos (sí, todos, sin excepciones) fuimos demasiado egoistas e impulsivos, intolerantes y no pensamos en las consecuencias y... bueno, terminó como terminó.
Como en toda pelea de familia, me sentí entre la espada y la pared. Porque así como conocía y entendía las razones de Nahuel, también sé y entiendo las razones de Adrian y Aline, así como los porqués de todos los demás que postearon en el tema y que de alguna u otra manera, tuvieron algo que ver en el desarrollo de los hechos.
No sé si al final llegué a postear esto. Pero en los casi tres años que llevo en el rol, he llegado a comprender que las personas y razones son infinitas dentro del foro y el rol mismo, de manera que tratar de conciliar algo es sumamente difícil. Traté, traté... ( Nahuel y Adrian saben que traté) Pero al final no lo logré y es una de las cosas que más me ha frustrado. Porque demonios, les tengo cariño y me dolió mucho ver en qué terminaba todo.
Aún siento que le debo explicaciones a Nahuel, todas las que él pidio las iba a responder conociendo el porqué de todo y aún tengo el mensaje guardado en un archivo de mi pc. Pero ahora no es más que solo palabras que parecen no tener sentido alguno, pues las cosas se sucedieron tan rápido, que no supe en qué momento se salió de descontrol y no supe qué hacer y luego fue demasiado tarde para hacer nada. Porque como dije, el sentimiento me pudo más y por la impotencia empecé a enojarme conmigo misma y con los demás. Enojarme conmigo misma por dejar que algo que se supone me debería de disfrutar me afectó, no siendo la primera vez que pasa. Y todo empezó precisamente desde que tomé la responsabilidad.
Por eso no acepté "felicitaciones por el liderato", porque no era precisamente una felicidad, sino un reto que estaba aceptando, una responsabilidad que estaba tomando. Sabía perfectamente a qué iba, a dónde y porqué. Porque le tengo cariño a la Orden como grupo, a las personas que la conforman y la conformaron. Estaba preparada para todo, pero lo que he visto y vivido hasta ahora supera todas las espectativas que pude tener.
Esa noche no pude dormir. Los días anteriores he estado con el ánimo por los suelos, recuperandome a ratos porque las personas que me rodean y hablan por msn no tienen la culpa de que yo me encuentre así de decaida, porque todavía me debo a algunas personas. Pero... debo confesar y ser sincera, que cosas como las que pasó me dejan pensando: Realmente vale la pena hacer los sacrificios que hago?
Y aún así siento que no he hecho nada, más que soportar malos tragos. Los del otro lado vaya y pase, porque no me importan pero igual duelen. Pero los de aquí, los que si te importan y por los que debes luchar? De repente puedes llegar a sentir que se unen a los del otro lado de alguna manera. La motivación va sufriendo severos golpes, amenazando con desaparecer de a poco.
Ahora yo estoy bien, o trato de estarlo y de ser fuerte no sólo por mí, sino por todas las personas que de alguna manera me apoyaron. Maldición, me releo y de repente me siento como una ridícula sensible, que se toma las cosas en serio, cuando lo más probable es que mientras yo me ponía mal por el asunto, a los demás les era indiferente.
Sí, quizá es mi gran problema. No tengo un caracter duro, frío y calculador, aunque suelo serle indiferente a muchas cosas al fin y al cabo soy solo una persona, una chica demasiado débil a la que no le dan ni dos meses para salir huyendo. Pero a pesar de todo, todavía tengo la fuerza suficiente para continuar, porque me comprometí a algo y aunque va lento, demasiado lento para mí, pues haré lo que deba y pueda hasta que sea momento de partir o así lo decidan los demás.
Por ahora, sólo me queda pedirles a todos los miembros de la Orden del Fénix que pongan todo de sí, porque a pesar de todo podemos y debemos seguir adelante.
Drina.
viernes, 6 de noviembre de 2009
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1 comentarios:
Uff... Podría decir tantas cosas... Y eso no quiere decir que sean malas.
Pero me abstengo...
En tu caso, si puedo aceptar charla privada si lo necesitas.
Un saludo. Nahuel.
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